
La feria
Conformada por pequeños cuentos, fragmentos y pensamientos, La Feria tiene un referente histórico y cultural, ya que cuenta como personaje principal Zapotlán el Grande, hoy Ciudad Guzmán, donde nació el autor en 1918.
Conformada por pequeños cuentos, fragmentos y pensamientos, La Feria tiene un referente histórico y cultural, ya que cuenta como personaje principal Zapotlán el Grande, hoy Ciudad Guzmán, donde nació el autor en 1918.
Existen pocos libros en la literatura mexicana con la mordacidad y la elocuencia de Bestiario. En cada una de sus viñetas de efecto lapidario, en los trazos de su estilo, en los vuelos de su ingenio y en la oportuna agudeza de su erudición aparece el narrador impecable que fue Juan José Arreola (1918-2001). Sus páginas conjugan su pasión por el ensayo breve y el poema en prosa. Sus imágenes no son menos evocadas que las del célebre Manual de zoología fantástica de Jorge Luis Borges, ni menos naturalistas que los fabulosos inventarios que se han creado en torno al reino animal. “su campo de acción es el ser humano, ya que su aproximación al mundo de los animales se cobijan en Jonathan Swift y las bestias sugieren conductas de hombres; sin embargo, las descripciones son portentosas y no sólo incluyen los símbolos naturales sino visión poética y conocimiento intuitivo”
Autodidacta de poderosa imaginación, Juan José Arreola ejerció los más disímiles oficios: vendedor ambulante, periodista, maestro y sobre todo charlista de palabra deslumbrante y ademanes categóricos. Inquietador profesional de vidas y sensibilidades buena parte de la joven narrativa mexicana le debe enseñanzas definitivas. Su primer libro, Varia invención, lo situó como uno de los mejores cuentistas del siglo XX. Confabulario, le da un sitio aparte en nuestras letras. Su evolución literaria podría resumirse así: la ingenuidad que deviene sapiencia; la alusión que se convierte en ilusión, el plano vertical que se trueca plano oblicuo. El tema del amor es capital en su obra: va del idealismo adolescente a una visión aterradora y caricaturesca… Arreola ha creado las imágenes y las metáforas más hermosas con que cuenta el poema en prosa, la fábula y el cuento reducido a sus rasgos esenciales. Los lastres que venía padeciendo la literatura mexicana desaparecen en él sin dejar huella. Emmanuel Carballo
Conformada por pequeños cuentos, fragmentos y pensamientos, La Feria tiene un referente histórico y cultural, ya que cuenta como personaje principal Zapotlán el Grande, hoy Ciudad Guzmán, donde nació el autor en 1918.
Existen pocos libros en la literatura mexicana con la mordacidad y la elocuencia de Bestiario. En cada una de sus viñetas de efecto lapidario, en los trazos de su estilo, en los vuelos de su ingenio y en la oportuna agudeza de su erudición aparece el narrador impecable que fue Juan José Arreola (1918-2001). Sus páginas conjugan su pasión por el ensayo breve y el poema en prosa. Sus imágenes no son menos evocadas que las del célebre Manual de zoología fantástica de Jorge Luis Borges, ni menos naturalistas que los fabulosos inventarios que se han creado en torno al reino animal. “su campo de acción es el ser humano, ya que su aproximación al mundo de los animales se cobijan en Jonathan Swift y las bestias sugieren conductas de hombres; sin embargo, las descripciones son portentosas y no sólo incluyen los símbolos naturales sino visión poética y conocimiento intuitivo”
Autodidacta de poderosa imaginación, Juan José Arreola ejerció los más disímiles oficios: vendedor ambulante, periodista, maestro y sobre todo charlista de palabra deslumbrante y ademanes categóricos. Inquietador profesional de vidas y sensibilidades buena parte de la joven narrativa mexicana le debe enseñanzas definitivas. Su primer libro, Varia invención, lo situó como uno de los mejores cuentistas del siglo XX. Confabulario, le da un sitio aparte en nuestras letras. Su evolución literaria podría resumirse así: la ingenuidad que deviene sapiencia; la alusión que se convierte en ilusión, el plano vertical que se trueca plano oblicuo. El tema del amor es capital en su obra: va del idealismo adolescente a una visión aterradora y caricaturesca… Arreola ha creado las imágenes y las metáforas más hermosas con que cuenta el poema en prosa, la fábula y el cuento reducido a sus rasgos esenciales. Los lastres que venía padeciendo la literatura mexicana desaparecen en él sin dejar huella. Emmanuel Carballo
En 1958 Juan José Arreola publicó Punta de plata, donde se reunieron 18 textos literarios de su autoría y 24 dibujos del artista mexicano Héctor Xavier, mismos que retratan los distintos animales que ambos visitaron en el zoológico de Chapultepec.