“Leí tu historia, Balcarce. Te rescataron de un baldío y te llevaron a vivir a la sede del Pro. No egresaste del Newman, no fuiste a la universidad, no hiciste un máster, no dirigiste una empresa ni tenés ninguno de los méritos que tienen los funcionarios del gobierno. Pero me parece que tenés más calle que todos ellos juntos.”A dos años de la imprevista derrota del kirchnerismo que lo llevó a la presidencia de la Nación, Cambiemos se consolida como partido político en medio de un escenario complejo, que sin embargo derivó en su impactante victoria reciente en las elecciones legislativas. Como si las sorpresas fueran la norma en la política actual, el mundo cruje con episodios políticos impensados: de Trump al Brexit, pasando por una Cataluña intervenida, una Francia gobernada por un joven casi desconocido y una Corea del Norte que apunta sus ojivas nucleares a Occidente, toda certeza tiembla o se desmorona. Con ese contexto como material de trabajo, Alejandro Borensztein despliega –una vez más– su astucia y su sagacidad, que se hunden como un bisturí en la carne de la realidad para extraer, limpia, la piedra de la risa. La invención de Balcarce, el perro de la Casa Rosada, como el verdadero poder detrás del poder, es una de sus tantas genialidades.La publicación, al filo de fin de año, de un libro que reúne lo más sustancioso de sus célebres columnas dominicales, es ya una sana costumbre para los lectores argentinos.
